jueves, 15 de enero de 2009

Olavide


Pablo de Olavide, prototipo de ilustrado, tuvo una vida realmente azarosa, propia de una novela de aventuras. Ya es hora de empezar a subir nota:
¿Qué relación tuvo este personaje con América?.
¿Y con el gobierno de España?.
¿Qué tuvo que ver con Francia?
¿Fue religioso?
Por último, ¿Qué le debe la Universidad?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué tuvo que ver con Francia?
En Francia sus amigos Voltaire y Diderot lo acogerán. Vive entre Toulouse, Ginebra y París, ocultando su verdadera identidad para evitar su extradición, bajo el nombre de Conde de Pilos. Frecuenta amigos de la nobleza ilustrada y de autores notables como los citados enciclopedistas, pero también D’Alembert, Condorcet, Marmontel. Vive con fausto, pues goza de holgada situación económica gracias a la fortuna de su esposa y algunos prósperos negocios que, le permiten alternar con influyentes aristócratas. Da muestras de su afición a la lectura, a la tertulia intelectual y al juego de cartas, frecuentando los salones del Conde Dufort de Cheverny, del señor de Moley y de Madame du Barry, la ex-amante de Luis XV. Una aureola de pensador y hombre culto e ingenioso lo hace atractivo, al punto que se interesan por él Catalina II de Rusia, artistas y sabios como el explorador La Pérouse y Francisco Mesmer, el autor de la teoría del magnetismo animal y de otros hallazgos de gran resonancia en su época. Olavide participa de sus experimentos en el castillo de Cheverny, centro de reunión de aristócratas "realistas". También organiza representaciones de marionetas, de pequeñas piezas teatrales al estilo italiano y adaptaciones de obras célebres como El mágico prodigioso de Pedro Calderón de la Barca. Alterna esas tertulias con visitas al castillo de la Malmaison, adquirido por el conde de Moley, donde se reúnen aristócratas de otro sector, los "patriotas", esto es, reformistas, donde pudo alternar con el famoso abate Delille y el norteamericano Morris.
Asiste con curiosidad y algún entusiasmo a los primeros pasos de la Revolución Francesa, pero reprueba la violencia y la ejecución de los reyes le hace pensar. La Convención le confirió varios cargos y le dio el título de ciudadano adoptivo de la república francesa. Durante el Terror se retiró a un pueblo llamado Meung, y el Comité de seguridad pública dispuso su prisión, y fue conducido la noche del 16 de abril de 1794 a la cárcel de Orleans. Allí comenzó a madurar la obra que se publicó en Valencia en 1797 titulada El Evangelio en triunfo, una rectificación de sus ideas compuesta al parecer para poder volver a España. En 1795 se traslada de Meung al castillo de Cheverny, donde reside hasta 1798. Serán estos años de creación más intensos. Escribe entonces los cuatro volúmenes de El Evangelio en Triunfo y gran parte de sus diecisiete novelas cortas. Parece que entre 1797 y 1798 estuvo vinculado a las tratativas mantenidas por el venezolano Francisco de Miranda con el norteamericano John Quincy Adams, el inglés William Pitt y el exjesuita peruano Juan Pablo Viscardo y Guzmán para elaborar un plan destinado a lograr la independencia de Hispanoamérica.
¿Fue religioso?
Las angustias y privaciones que pasó en el presidio le causaron una profunda impresión en el ánimo, que le supuso una vuelta a las prácticas religiosas con un fervor renovado. Fruto de su nuevo estado religioso, publicó en 1797, en la ciudad de Valencia y de forma anónima, el libro El Evangelio en triunfo o la historia de un filósofo desengañado. La obra alcanzó un éxito fulgurante, lo que sirvió para facilitar su regreso a España, a la vez que se le rehabilitaba públicamente y se le concedía una pensión vitalicia. Estableció su residencia en Baeza, donde llevó en sus últimos años una vida completamente al margen de la política y de la vida social.
El Plan de estudios de Olavide para la Universidad de Sevilla. 1768
El Plan de Estudios propiamente dicho comprende más de la mitad del Informe dedicado a la Universidad. Olavide hace una salvedad al comenzar a tratar de él: "Prevenimos que hemos omitido la memoria del estudio de las Lenguas, de la Historia, y de otros semejantes, por no habernos parecido conveniente que se enseñen en la Universidad por ahora, creyéndolos más propios y acomodados a las Academias y Juntas particulares, adonde se podrán aprender". Si a esto unimos la división de las Facultades siguiendo la pauta tradicional, comprendemos que la reforma, aun siendo revolucionaria en tantos puntos, se ajustaba lo más posible a la Universidad anterior en su estructura y funcionamiento.


Entre los ilustrados americanos destaca la figura de Pablo de Olavide. En 1745 fue nombrado oidor de la audiencia de Lima pero pronto se marchó a España debido a las críticas recibidas tras su actuación en el terremoto de 1746, cuando fue acusado de emplear los fondos destinados a la reconstrucción de una iglesia en la edificación de un teatro. En la península se casa con una viuda hacendada y se pone en contacto con los círculos ilustrados, convirtiendo su casa en una concurrida sala de reuniones.
Gracias a la influencia del conde de Aranda, Olavide fue nombrado intendente de los reinos de Andalucía, poniendo en marcha el plan de colonización de Thurriegel al instalar un amplio número de colonos de origen alemán y suizo en los despoblados de Sierra Morena. Su ideología reformista le llevó a realizar el Plan General de Estudios de 1768 en el que predominan los estudios de ciencias sobre la filosofía y la teología. Nombrado caballero de la Orden de Santiago, en 1788 le fue retirada debido a sufrir un proceso inquisitorial por sus opiniones religiosas. También fue condenado a 8 años de prisión pero en 1780 huyó a Francia donde sería bien recibido por los enciclopedistas franceses. Vivió la revolución francesa y la Convención le nombró ciudadano de honor pero en la época del Terror sufrirá de nuevo el encarcelamiento como contrarrevolucionario. Una vez recobrada la libertad plasmará en su libro "El evangelio en triunfo o historia de un filósofo desengañado" la decepción causada por la experiencia francesa. En 1798 será rehabilitado por Carlos IV, regresando a España. Se retirará a Andalucía y renunciará los cargos públicos ofrecidos por Godoy y Urquijo, falleciendo en Baeza en 1803.

Anónimo dijo...

Muy completo, Javi, aunque un poco desordenado: podrías haber siguido un criterio cronológico. En todo caso, creo que respondes a todas las preguntas. Bien!

Anónimo dijo...

¿Que relación tuvocon América?Destacado miembro d la elite virreinal se doctoró en leyes por la niversiad mayor de San Marcos de Lima, donde fue catedrático de artes y teología e ingtresó como oidor en la Real audiencia de la captal del Perú.Tras el devastador terremoto en 1746 que asoló Lima fué nombrado comisario de la obra de reconstrucción.

En lo que se refiere a su relación con Francia y con España,viajó a españa en 1752 casándose con una rica heredera y visitó Italia y Francia conociendo a la intelectualidad ilustrada europea,codeandose con personajes tales como Voltaire, Diderot,acudiendo a numerosas tertulias y participando en experimentos realizdos por sabios de la época,como es el caso de La Pérouse y Francisco Mesmer.

Para hablar de su relación con España,cabe resaltar su amistad con el Conde de Aranda,ministro de Carlos III,fue consejero personal de Campomanes y Muzquiz,así como protector de Melchor de Jovellanos.Relacionado con los reformistas del gobierno, fue nombrado asistente de Sevilla (1767),Intendente del ejército de los cuatro Reinos de Andalucia (Jaén,Córdoba,Granada y Sevilla)y caballero de la Orden de Santiago.Emprendió numerosas obras de reforma en la ciudad de Sevilla:Alcantarillado,desecado de lagunas intramuros,trazado de la Alhambra de Hércules,mejoras de la orilla del rio...ordenó tambien levantar el primer plano de la ciudad en 1771.
Nombrado Superintendente de las nuevas poblaciones de Sierra Morena,llevó a cabo la repoblación del Camino Real,desde Sevilla a Madrid,fundando mas de cuarenta pueblos en las actuales provincias de Cádiz,Sevilla,Córdoba,Jaén y iudad Real.Realizó un informe sobre la producción agraria y la tenencia de la tierra de Andalucía proponiendo diversas medidas económicas y un nuevo plan de estudios para la Universidad Hispalense en el cual las asignaturas de teología debian dejar paso al estudio de las ciencias naturales,las Artes y las Ciencias Jurídicas,ésto último es lo que le debe la Universidad y de ello podemos extraer que no se trataba de un personaje religioso precisamente.

Anónimo dijo...

Buen trabajo, Virginia (y no dirás que no he hecho caso enseguida). No obstante, ni Javi, ni tú prestáis atención al episodio con la Inquisición, fundamental para comprender su biografía.

Anónimo dijo...

En 1768 la Inquisición española comienza a seguir la pista de Olavide por un envío de libros prohibidos proveniente de Francia. A través de Campomanes, al que conoce en 1762, Conde de Aranda en 1766 le incorpora a tareas en el gobierno. Su reconocimiento en la España ilustrada de la época le llevan al ayuntamiento de Madrid en 1767. Como en 1765 se vieron prohibidos los autos sacramentales y el gobierno quería reformar el teatro y depurar la escena en sentido neoclásicos; Olavide colaboró traduciendo y adaptando obras neoclásicas francesas que sin embargo iban destinadas a un público selecto en los Sitios Reales y no llegaba al pueblo

Anónimo dijo...

AMERICA

Su relación con América comienza en su nacimiento en Lima en el año 1725. Nació en una rica familia criolla de ascendencia Navarra, estudió en el elitista Real Colegio de San Martín, y en la Universidad de San Marcos de Lima, donde se licenció y doctoró en Teología, en el año 1740, para luego licenciarse también en Derecho Civil. Su carrera académica culminó en 1742 con la obtención de una cátedra de teología en dicha universidad. Al poco tiempo, inició su carrera judicial, que le llevó, en 1745, a ocupar el puesto de asesor del Tribunal del Consulado y oidor de la Audiencia de Lima.

Pero su ascensión se vio truncada tras el terremoto que asoló Lima, en 1746, en el que falleció su padre. Olavide fue acusado de ocultación de la herencia paterna y de malversación de caudales, lo que provocó su caída dentro de la administración colonial. Pablo de Olavide marchó hacia España, en 1750, para justificar su conducta ante las autoridades del Consejo de Indias. En el año 1754 fue encarcelado y se confiscaron todos sus bienes, pero poco después pudo conseguir la libertad bajo fianza.

ESPAÑA

Una vez libre, se casó con Isabel de los Ríos, rica viuda que le donó toda su fortuna. Gracias a este matrimonio de conveniencia pudo empezar a recuperar su deteriorada posición social y saldar sus cuentas con la justicia, mediante el pago de una multa y una breve inhabilitación para desempeñar cargos públicos.


Reanudó su truncada carrera en la administración, ayudado también por la nueva coyuntura política surgida tras los motines del año 1766. Ese mismo año fue nombrado director de los Reales hospicios de San Fernando y de Madrid, y en el año 1767 fue designado síndico personero del ayuntamiento de Madrid.


Convirtió su casa de Madrid en uno de los centros de reunión de la elite ilustrada. Le ofrecen en 1767, el cargo de superintendente de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena, también fue nombrado asistente corregidor de Sevilla e intendente del ejército de Andalucía. Durante el tiempo que Olavide estuvo al frente de este proyecto, hasta el año 1775, elaboró dos de los proyectos más representativos e importantes del reformismo ilustrado: el Plan de Estudios para la Universidad de Sevilla, del año 1767, y el Informe sobre la Ley Agraria, del año 1768.

Pero, su mejor actuación la realizó al frente de la colonización de Sierra Morena, proyecto del que fue máximo impulsor y valedor, todo ello pese a las grandes dificultades, de todo tipo, que tuvo que sortear. En el año 1771, Pablo de Olavide había logrado fundar más de cuarenta nuevos núcleos de población y colonizar una gran extensión de tierras baldías.

En la corte trataron de provocar su caída en desgracia mediante campañas difamatorias de todo tipo y denuncias ante el Santo Oficio. El inquisidor general solicitó y obtuvo de Carlos III el procesamiento de Olavide, a finales del año 1775.

Intentó defenderse de las falsas acusaciones que se vertieron contra él, pero no logró salvarse, y en 1776 se decretó su encarcelamiento y la confiscación de todos sus bienes. Olavide pasó dos largos años en los calabozos de la Inquisición, hasta el 1778, cuando se hizo pública su sentencia definitiva, por la que fue condenado a ocho años de reclusión en un monasterio. Dicha sentencia provocó un sentimiento general de rechazo por parte de los círculos ilustrados españoles. A tal indignación se sumaron destacados representantes de la intelectualidad europea, como fue el caso de Voltaire y Diderot.
Estando recluido en un monasterio en Murcia le autorizaron para efectuar visitas a balnearios por su mala salud, a finales de 1780, cuando se encontraba en el balneario de Caldas de Malavella (Gerona), Olavide aprovechó su proximidad con la frontera francesa para huir al país vecino.


FRANCIA


En el París de los años ochenta, Olavide llevó una vida cómoda y apacible, recuperando sus antiguas relaciones sociales, pero ya alejado de la política activa. El estallido de la Revolución Francesa fue saludado por el ilustrado español con alegría y esperanza, pero debido a la creciente radicalización del proceso, Olavide optó por marcharse de la capital francesa e instalarse en el campo, en el castillo de Menug-sur-Loire. Pero en abril del año 1794 fue detenido acusado de extranjero sospechoso de colaborar con la aristocracia, motivo por el que pasó nueve meses en prisión, con la incertidumbre de si viviría o no. Con la caída del régimen de terror impuesto por los jacobinos fue puesto en libertad.

RELIGIÓN

Las angustias y privaciones que pasó en el presidio le causaron una profunda impresión en el ánimo, que le supuso una vuelta a las prácticas religiosas con un fervor renovado. Fruto de su nuevo estado religioso, publicó en 1797, en la ciudad de Valencia y de forma anónima, el libro El Evangelio en triunfo o la historia de un filósofo desengañado. La obra alcanzó un éxito fulgurante, lo que sirvió para facilitar su regreso a España, a la vez que se le rehabilitaba públicamente y se le concedía una pensión vitalicia. Estableció su residencia en Baeza, donde llevó en sus últimos años una vida completamente al margen de la política y de la vida social.

UNIVERSIDAD PABLO DE OLAVIDE

La Universidad Pablo de Olavide de Sevilla le debe su nombre a Don Pablo de Olavide, personalidad del siglo XVIII definida por la institución andaluza como arquetipo del hombre Ilustrado, reformista y emprendedor, del tiempo de la inquisición, y que ejemplifica el espíritu que, con aires de futuro, asume esta Universidad.
Cito de nuevo, Plan de Estudios para la Universidad de Sevilla, del año 1767.


INQUISICIÓN Y FIGURA SOCIAL


Es, por antonomasia, la víctima propiciatoria que ofrece el movimiento ilustrado español a la Inquisición. El Santo Oficio lo eligió como la figura más representativa de nuestra Ilustración, y al juzgarle quiso condenar en él a toda una época.
Encarnó la figura del filósofo ilustrado, enemigo de la escolástica, entendiéndose por filósofo hombre ilustrado que busca el progreso y la transformación de la sociedad, con tolerancia religiosa, sentido crítico del pasado, optimismo frente al futuro, confianza en la razón, oposición a la autoridad eclesiástica y al poder tradicional de la Iglesia, interés por los problemas sociales y el desarrollo técnico de la sociedad, impulso hacia lo natural y valoración positiva de la experiencia, exaltación del progreso y del conocimiento.
Fue pues un mito europeo, que a partir de su proceso se convirtió en mártir de la Inquisición. Fue pues símbolo de la España ilustrada, con olvido de lo que pudiera tener de poco ejemplar, y se resaltaron solamente sus virtudes, su labor como colonizador de los desiertos de Sierra Morena y su figura, a cargo del abad de Veri, Jean-François Marmontel, Jean Le Rond D´Alembert y Denis Diderot, quien dijo que su verdadero pecado fue haber sido cogido convicto y confeso de espíritu filosófico.

Anónimo dijo...

Excelente. Una vida de novela, ¿no?